miércoles, 16 de marzo de 2011

Arte de lápiz y ratón

Este artículo de El Mundo nos acerca a la obra de Víctor Soler, que representa como tantos otros artistas, el puente entre las artes tradicionales y las nuevas tecnologías.
Este ilustrador, amante del cómic, realiza dibujos con lápiz óptico, pero con soporte digital.




"Romántico, autodidacta, sensible, idealista..., artista de lápiz y ratón. Así es Víctor Soler Represa, dibujante, ilustrador y amante del cómic. Soler abre las puertas de su estudio de ilustración y librería, The Cómic Co, (de novela gráfica y cómic), en Madrid -que comparte con su socio y publicista Jaime Martín-, para descubrir a un viandante cualquiera su trabajo, su obra, su mundo.


En un barrio como Malasaña, donde proliferan los comercios-escaparate y las tiendas-estudio, Víctor diseña de cara al público. Sin miedo escénico, sin perder la concentración y aprovechándose de amplios y luminosos ventanales, trabaja en uno de sus últimos encargos, un mural de tres metros de altura para un apasionado de la Fórmula-1.

Su obra tiene sello particular, figuras basadas en el canon del cómic, la moda, idealizadas, felices, imágenes evocadoras, que trasmiten optimismo y que permiten relajarse a uno hasta el ensueño. Dibujos con lápiz óptico pero con soporte digital, un artesano con técnicas de alta calidad".

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domingo, 13 de marzo de 2011

ARCO Madrid 2011

Nuestro colaborador José Luis Calderón (profesor de arte contemporáneo en el Instituto Superior de Arte iArt) ha estado en ARCO 2011 y nos ha hecho una estupenda crónica con lo más destacado de la edición. Nos la acompaña de imágenes con lo que le ha parecido más interesante. ¡Muchas gracias, José Luis!

La fórmula de ARCO Madrid (la mayor feria de arte contemporáneo de España hasta la actualidad) para celebrar su trigésimo aniversario en 2011, ha consistido en mantener su esencia durante los últimos años, y en presentar la imagen de su nuevo director, Carlos Urroz. Su labor en gestionar el que sin duda es uno de los eventos de arte contemporáneo más esperados del año en la capital, no ha sido fácil si tenemos en cuenta el nombramiento de su nuevo cargo a finales de mayo del pasado año.

Al recorrer los stands del recinto, pronto se ha percibido una de las premisas de esta última edición: suprimir lo más accesorio para centrarse en lo realmente esencial. Entre los pequeños cambios de esta edición (al margen de algunos más banales como la tan comentada eliminación de la moqueta), se ha percibido la reducción del espacio dedicado a algunas instituciones (los expositores dedicados a las Comunidades Autónomas eran ya excesivos en una feria de mercado del arte contemporáneo), la concentración del espacio dedicado a los medios de comunicación, la reducción (y selección) del número de galerías de arte, la disminución del espacio dedicado a los “Solo Projects”, todos ellos comisariados (como es el caso del proyecto de Antoni Miralda sobre su célebre tema de la comida), la eliminación de los programas Performing ARCO y Expanded Box, y con todo ello, la consecuente supresión de uno de los pabellones. Además, se ha resaltado la atención al coleccionista a través de un programa de asesoría específica.




Imágenes del “Solo Project” de Antoni Miralda. 

Aun así no podemos dejar de preguntarnos si la reducción del espacio ha supuesto la calidad superior de esta última edición. ARCO 2011 ha mantenido la esencia de la feria en sus diferentes aspectos, entre ellos también en la calidad de las obras presentadas.

Aunque sean pocos los artistas que cada año destaquen por su genialidad o carácter innovador, siempre es un placer apreciar las últimas obras de nuestros artistas predilectos, representados por las galerías de arte que seleccionamos de la feria. Así, como otros años, volvía a alegrar encontrarse con obras de Muntean&Rosenbum o de Mark Dion (de la Galería Georg Kargl), de Rebecca Horn o de Jannis Kounellis (Galería Pelaires), alguna de las últimas obras de Richard Estes (Galería Marlborough), las pinturas en resina epoxídica de Peter Zimmermann (de la Galería Michael Janssen o de Distrito 4), fotografías de Gabriele Basilico o de Per Barclay (Galería Oliva Arauna) o de Axel Hütte (Galería Helga de Alvear), las últimas video-esculturas de Tony Ousler (Galería Soledad Lorenzo), o simplemente recorriendo los expositores de las galerías clásicas de la feria –como las recién citadas-, que con tanto esmero montan su propia exposición ad hoc, caso de la fundadora de ARCO, Juana de Aizpuru (que ese mismo fin de semana inauguraba exposición de Wolfgang Tillmans y de Franz West en la galería), Parra&Romero, Elba Benítez, Mai 36, Bärbel Grässlin, Sabine Knust, Dan, o las eternas Nächst St. Stephan Rosemarie Schwarzwälder y Christopher Grimmes, que este año formaban parte –entre otras- de la representación extranjera del comité organizador.




Obra de Rebecca Horn de la Galería Pelaires

Sólo gracias a la labor de unos pocos y escogidos artistas, podemos recordar una de las mayores virtudes de este tipo de eventos: ponernos al día de las últimas tendencias en el arte actual. Este año hemos podido acceder también al “doblete” de otro de estos grandes maestros, Tobias Rehberger, que además de mostrarnos una espectacular obra visual de la Galería Heinrich Ehrhardt, lo hacía a través de la integración de arte, diseño y funcionalidad (simbiosis de difícil acceso en una feria) de la cafetería Illy diseñada por él mismo.



Obra de Tobias Rehberger de la Galería Heinrich Ehrhardt

En el recorrido de ARCO no deja de llamar la atención tampoco las obras más fotografiadas por los visitantes. Entre las de este año, podían encontrarse la obra de Los Carpinteros del stand de El País, el paisaje urbano “A sight seeing city" de So Young Choi (Galería Cais), confeccionado a base de tejidos vaqueros, así como el escáner titulado "Please empty your pockets", del genial -y siempre tan apelativo con el espectador- Rafael Lozano-Hemmer, en este caso de la Galería Max Estrella.



"Please empty your pockets", Rafael Lozano Hemmer (Galería Max Estrella)

Sobre la selección de galerías (cada año siempre se encuentra alguna nueva y alguna otra perdida en el camino), se han apreciado positivamente algunas galerías nuevas de diferente procedencia (entre ellas, alguna londinense), así como el ya número considerable de galerías portuguesas (generalmente de alto nivel), dato este último, no obstante, que junto a la tan alta participación española, está confiriendo ya tal vez una excesiva participación ibérica en la feria. Por otra parte, la ya dudosa presencia del “país invitado” en años anteriores, se ha consolidado ya en esta última edición como criterio prescindible, ya que el número de galerías rusas apenas era apreciable.

Por lo demás, la información publicada tanto en prensa como por la propia organización de ARCO Madrid, confirma la superación de las expectativas iniciales, tanto en número de visitantes (unos 150.000, cifra por otra parte muy similar a la de 2010), como especialmente en el número de ventas, superior al del año anterior. Con ello, parece percibirse una recuperación de la confianza en el coleccionismo de arte contemporáneo, con una participación algo superior en esta última edición del coleccionista extranjero. Esperamos que así sea tanto por la economía española como por el futuro de la propia feria. ARCOMadrid 2011 no ha presentado grandes cambios, pero el balance general ha sido positivo y esperanzador. A pesar de todo, habrá mucho por hacer en su proyecto de crecimiento dentro de las ferias europeas, así como para lograr su liderazgo entre las ferias internacionales en el ámbito latinoamericano, especialmente teniendo en cuenta la creciente competitividad entre las diferentes ferias en los últimos años.

Texto y fotos: José Luis Calderón Aguirrezabala